miércoles, 11 de mayo de 2011

Las fiestas en honor a María Santísima de la Cabeza viven sus momentos más álgidos.

Miles de flores fueron depositadas
a los pies de la Virgen.
Atrás quedaron las noches de aurora, los rezos acompañados de plegarias en el Cerro de la Cabeza y el pregón. Durante estas últimas jornadas hemos vivido en nuestro pueblo los momentos más importantes de las fiestas en honor a María Santísima de la Cabeza. Este año, además, se celebra el XXV aniversario de su Coronación Canónica. Por ello, los actos no culminan el segundo domingo de mayo, sino que se prolongan hasta pasado el mes de julio.

Como es tradicional, en la víspera del día grande tuvo lugar la Ofrenda de flores. Se contó con la participación de varios coros romeros provenientes de distintos puntos de la comarca, así como los de la localidad. Cientos de personas quisieron donar su ramo a la Virgen de la Cabeza. 

Los Cortijuelos acogieron un año
más la Morenita.
La Diana anunciaba una jornada repleta de fiesta y algarabía en torno a esta venerada imagen. Temprano, tras la Función Religiosa, la Santísima Virgen de la Cabeza volvía a reunirse con su pueblo. No cesaron en todo el recorrido los vítores, cánticos y bailes, sobre todo en los Cortijuelos. Abrió el desfile la Banda de Cornetas y Tambores de la Pontificia y Real Cofradía y Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de Priego de Córdoba, cerrándolo nuestra Banda Municipal de Música. Pasadas las cuatro de la tarde entraba en su Templo. 
Bailes y vítores se mezclaron con
las bengalas en el Llano.
Por la noche, de forma más solemne, la Morenita unió los dos barrios de la villa, siendo acompañada en todo momento por miles de personas que la observaban atentamente a su paso. La parte musical corrió a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús en su Presentación al Pueblo, de Dos Hermanas (Sevilla), y la Banda Municipal de Música de Rute. Entre una gran colección de fuegos artificiales María Santísima de la Cabeza entró en su Templo.


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