lunes, 10 de mayo de 2010

Fiestas en honor a María Santísima de la Cabeza 2010 de Rute. Balance final.

Un año más han finalizado las fiestas de mayo en honor y gloria de María Santísima de la Cabeza de Rute, contando estas en general con una masiva participación ciudadana y un tiempo relativamente apacible, cambiando radicalmente el último día de celebración.

En resumen, podemos destacar en el mes de abril los tradicionales cantos de la aurora, además de la procesión de la Virgen de la Cabeza en la localidad de Andújar, volviendo los hermanos de Rute posteriormente al municipio por la carretera de Priego, en un multitudinario recibimiento.

El Altar Mayor tras la ofrenda de flores.
A continuación, ya en Rute, se daba paso a la solemne Novena a María Santísima de la Cabeza, la cual estuvo predicada por el Rvdo. Padre Juan Antonio González Terrón, contando con la participación, entre otros, de las Damas y Reina de las fiestas, asociación cultural y hermanos de varal.

De lleno en el mes de mayo, comenzando el mismo, el día dos tenía lugar el acto de coronación de la Reina e imposición de bandas a las Damas de honor, en la Parroquia de San Francisco de Asís. Seguidamente, D. José Julián Tejero Molina pregonó las fiestas en honor de María Santísima. El pregonero fue presentado por el Rvdo. Padre Domingo Conesa Fuentes.

El día siete se abrió al público la mesa de regalos, así como, por la noche, se celebró el rezo del rosario de las antorchas.

Llegamos a la víspera del día grande de las fiestas, ocho de mayo, que comenzó con un repique de campanas y disparo de cohetes. Por la tarde, partiendo desde la ermita de la Santa Vera+Cruz, la multitudinaria ofrenda de flores llenó por completo las calles de Rute, acompañando al cortejo musicalmente la banda de música de Rute y algunos coros de localidades como Baena, Adamuz o la propia localidad. A medianoche, se quemó la tradicional colección de fuegos artificiales.

La Virgen justo antes de ser bajada del
Altar Mayor, por la mañana.
Todas las previsiones apuntaban a que el domingo día nueve sería lluvioso, y se cumplieron. Rute se despertó con una fina lluvia. Aún así, la función religiosa de las nueve y media de la mañana, presidida por el párroco D. Jesús Criado Caballero, se llevó a cabo. Finalizada la Eucaristía, y observando que el tiempo no amainaba, se dio de prórroga media hora. El presidente de la Cofradía, pasado este tiempo, añadió otra media más, hasta cumplirse la hora de espera reglamentaria. Los intentos fueron vanos. Definitivamente, la Virgen no pudo recorrer las calles de su pueblo por la mañana, aunque sí se bajó del altar, lo que produjo-como de costumbre- bastante emoción entre la multitud congregada en el interior del templo.

A partir de aquí, numerosos vítores y cantos a María Santísima de la Cabeza se sucedieron hasta pasadas la una de la tarde, en una abarrotada iglesia parroquial. Las incesantes notas musicales las pusieron los diferentes coros, tanto ruteños como visitantes, y las bandas que iban a acompañar al cortejo procesional, es decir, la prieguense de cornetas y tambores de la Pontificia y Real cofradía y hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, y la municipal de Rute. Así se dio por finalizado este primer itinerario, que este año, por causas meteorológicas, se ha realizado dentro de la Parroquia de San Francisco de Asís.

María Santísima de la Cabeza entre
bengalas, al término de su procesión
nocturna.
Por la tarde, el cielo se despejó y María Santísima de la Cabeza pudo completar su segundo itinerario, el nocturno, arropada por miles de ruteños, los cuales no quisieron perderse esta salida procesional, que une los dos barrios más importantes de Rute. Junto a la Virgen, decenas de mantillas, la práctica totalidad de las Cofradías ruteñas, Clero, autoridades, Damas de honor y Reina de las fiestas, entre otras personalidades. Además, dos bandas acompañaron al cortejo: la sevillana de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Sol y la municipal de Rute. Como de costumbre, los momentos más emocionantes se vivieron a la salida de la Sagrada Imagen del templo franciscano, la llegada al paseo Francisco Salto, entre coloridos cohetes, la alegre subida de la calle del Cerro y los continuos bailes, cantos y vítores finales en la plaza que lleva el nombre de la Virgen, Cabeza. Una gran colección de fuegos artificiales, completada con una fortísima traca, puso el punto final a una noche en la que los ruteños pudieron disfrutar gozosamente junto a la Santísima Virgen María en su discurrir por las calles de su querido Rute.

El próximo día 31 de mayo se pondrá punto final a las fiestas de la Virgen de la Cabeza con el tradicional Besamanos.

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