“Sí, soy yo, el Monumento al Anís de Rute inaugurado hace ya casi catorce años. Siempre estoy ahí, pero como si no estuviera, puesto que no me hacéis caso, me maltratáis y no me cuidáis lo suficiente.
Y digo esto porque, desde hace ya algunos años, echo en falta una pieza muy importante para mí, que me desequilibra… y que ya no tengo…; y, para colmo, ahora, hace poco, me han arrancado su compañera, también. Estoy hablando de los tubos por los que se vierten los licores.
Por favor, pediría a todas las Autoridades competentes que fijen y coloquen mejor y más firmes los elementos que me componen, para que no ocurran estas cosas. También pido que reemplacen estas piezas que me faltan (y sin las cuales no soy el mismo, aunque no lo parezca), e intenten tenerme limpio y cuidado durante todo el año, porque a mí también me gusta estar reluciente en el día a día, cuando me visita la gente, cuando se paran delante de mí y se hacen fotos, jeje.
Y al pueblo de Rute, en general, pido que respete mi espacio vital, que no me pisotee ni maltrate ni me quite cosas, y me cuide como es debido, ya que también merezco estar bien y tranquilo como todos.
Y ya para finalizar, muchas gracias por leerme, y a ver si entre todos y todas me ayudáis, y lo conseguimos de una vez por todas.
¡Ah! y no sólo os acordéis de mí en Navidad… (que ni por esas tampoco…)
¡Adiós!”
Y digo esto porque, desde hace ya algunos años, echo en falta una pieza muy importante para mí, que me desequilibra… y que ya no tengo…; y, para colmo, ahora, hace poco, me han arrancado su compañera, también. Estoy hablando de los tubos por los que se vierten los licores.
Por favor, pediría a todas las Autoridades competentes que fijen y coloquen mejor y más firmes los elementos que me componen, para que no ocurran estas cosas. También pido que reemplacen estas piezas que me faltan (y sin las cuales no soy el mismo, aunque no lo parezca), e intenten tenerme limpio y cuidado durante todo el año, porque a mí también me gusta estar reluciente en el día a día, cuando me visita la gente, cuando se paran delante de mí y se hacen fotos, jeje.
Y al pueblo de Rute, en general, pido que respete mi espacio vital, que no me pisotee ni maltrate ni me quite cosas, y me cuide como es debido, ya que también merezco estar bien y tranquilo como todos.
Y ya para finalizar, muchas gracias por leerme, y a ver si entre todos y todas me ayudáis, y lo conseguimos de una vez por todas.
¡Ah! y no sólo os acordéis de mí en Navidad… (que ni por esas tampoco…)
¡Adiós!”
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