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La Diana anuncia el Día Grande. |
Quince de agosto. Para muchos, un día cualquiera. Para los ruteños, el Día Grande. Nuestras Fiestas Patronales tocan su fin en esta jornada, después de muchos días de oración, diversión y encuentro con vecinos alejados de nuestra villa por circunstancias, en la mayoría de casos, ajenas a su voluntad.
Temprano, a las ocho, cuando la mañana empieza a despertar, la Diana anunciaba el día más esperado e importante de todos. Multitud de personas participaron en ella, previo desayuno a las puertas de la vivienda de la Reina de las Fiestas, bailando a ritmo de la Banda Municipal de Música. Canciones como Queremos la botella de aguardiente, si no me la das eres un rayente o Paquito El Chocolatero hicieron las delicias de los madrugadores.
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Los Gigantes bailaron con
Paquito el Chocolatero. |
Para los más pequeños, al filo del mediodía, soportando tórridas temperaturas, la cabalgata de Gigantes y Cabezudos. Como novedad este año, al inicio del recorrido, la Agrupación Nuestra Señora del Carmen, Patrona de Rute, lanzó coloridos papelillos, ante la mirada de niños y mayores. Al término del recorrido, con los sones de Paquito El Chocolatero, se pudo disfrutar de animación en el Paseo Francisco Salto. De nuevo, la Agrupación lanzó numerosos juguetes desde balcones, como colchonetas o balones de playa, entre otros. Este colectivo también preparó, en las jornadas del 13 y 14 de agosto, un tren turístico infantil que unió los dos barrios de Rute, obteniendo una buena acogida general.
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Complicada salida de la Señora
por la escalinata de la Parroquia. |
Paralelamente, en la Parroquia se celebraba la solemne Función Religiosa, con la intervención de la Coral Polifónica Bel Canto y los Hermanos de la Aurora. Después, se bajó a la Virgen del altar que ha presidido durante quince días. La emoción embargaba a los devotos allí presentes.
Con las últimas luces de la tarde, María Santísima del Carmen comenzó su señorial recorrido por su pueblo, arropada por los miles de ruteños que la acompañaron en todo momento. Abrió el amplio desfile la Agrupación Musical Santo Ángel Custodio, que anteriormente participó en la procesión de Traslado. Seguidamente, Cofradías de Pasión y Gloria locales. A continuación, la Agrupación Musical Santa María Magdalena, de Arahal (Sevilla). Ruteños alumbrando a ambos lados de las calles, señoras y señoritas ataviadas con mantilla, hermanas de varal, Reina de las Fiestas y Corte de Honor, Hermanos Mayores y Junta de Gobierno de la Archicofradía precedían el paso de María Santísima del Carmen, el cual se adornaba con preciosos nardos. A medida que avanzaba por su pueblo, las numerosas petaladas que recibía iban tiñendo de color sus plantas. Tras Ella, decenas de promesas, Clero y Autoridades, Corporación Municipal y la Banda Municipal de Música de Rute, cerrando el cortejo.
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Bello rostro de María Santísima del Carmen,
Señora y Patrona ruteña. |
A su llegada a la plaza de Nuestra Señora de la Cabeza, la Virgen se encontró con esta advocación frente a frente, de manera extraordinaria. Cabe recordar que ésta primera visitó el Santuario de la Patrona en su procesión de regreso a la Parroquia de San Francisco de Asís, allá por el mes de mayo. Por eso, María Santísima del Carmen le devolvió la visita. Como buena Madre. También pasó por delante de la Casa Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Rosa y la Virgen del Mayor Dolor, siendo recibida por sus miembros cofrades.
Continuando, en el paseo Francisco Salto fueron interpretados el Himno y la Salve Marinera, momento en que las hermanas de varal portaron sobres sus hombros, suavemente, a su Patrona. El cielo se llenó de color con el extraordinario y gran castillo de fuegos artificiales que fue quemado en su honor.
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De nuevo en su Casa. |
Sin cortejo oficial, la Virgen recorrió sin detenerse la calle Juan Carlos I Rey de España. Al llegar a la plaza que lleva su nombre, todas las miradas apuntaron a una gran petalada con fuegos artificiales, que ha sido posible gracias al esfuerzo de más de ochenta devotos. Allí, como cada año, las Agrupaciones Musicales ofrecieron un concierto. María Santísima del Carmen estuvo arropada por el cariño de su barrio durante el trayecto final hasta su Santuario. La calle Toledo acogía a su Vecina más querida entre “vivas” y aplausos incesantes. La Reina y Señora de Rute entró triunfalmente en su Casa pasadas las dos y media de la madrugada, tras haber andado toda su estación.